La Costa Brava ofrece un abanico de posibilidades de ocio que van más allá de sus maravillas paisajísticas, sus playas y sus acantilados. El carácter mediterráneo de la zona se respira en sus pueblos de pescadores, como Sant Pere de Pescador y en la huella que antiguas civilizaciones han dejado en poblaciones como Cadaqués o Calella de Palafrugell.
Los jardines botánicos exhiben la diversidad de la flora local y de especies no autóctonas dignas de admiración. Santa Clotilde, en Lloret de Mar, Cap Roig, Marimurtra y Pinya de Rosa, ambos en Blanes, son los jardines botánicos más importantes de la región.
Las propuestas culturales de la Costa Brava son también innumerables. No en vano sus tradiciones y su belleza natural despertaron el interés de artistas como Picasso o Dalí, que pasaba largas temporadas en Cadaqués. La esencia de la zona se conserva intacta en muchos lugares, como las villas medievales Tossa de Mar, Púbol o Pals, o los restos arqueológicos griegos y romanos de Ampurias.
En el Ampurdán, puedes descubrir gran parte del legado de Salvador Dalí, nacido en Figueras, otro de los parajes predilectos para muchos amantes de los campings en la Costa Brava.